30 de abril de 2012

Llévame allí, donde todo esto no pasa.

Empezar a escribir una historia , un resumen , una nota , un correo , un diario , algo para lo que desahogarse , es tan difícil como dar un paso. Pero no un paso como tu primer paso a los once meses , ni el paso que diste antes de darte tu primer beso, no es ese paso que te hizo llegar a donde estás , no. Un paso... cualquiera. Escribir es como los latidos del corazón, es involuntario, cuando piensas cuando hablas, estas escribiendo.  Cada vez que escribes , das un paso como aquel que diste antes de zambullirte pro primera vez en la piscina, cuando al fin te olvidas de ese chico que te dio tantos comederos de cabeza, cuando das el paso a sonreír aunque todo vaya mal , cuando das el primer paso en la arena de la playa, cuando de repente das el primer salto a ser feliz o pasas un charco sin tocarlo , cuando das ese paso antes de bailar con el chico de tus sueños, cuando das ese paso a equivocarte y saberlo perfectamente... cuando das esos pasos en falso y luego te arrepientes , cuando has dado un paso al vacío pero aun estás a tiempo a deslizar el pie donde estaba. Pero luego estan los pasos atrás... cuando sales de la piscina congelado después de tirarte, cuando recuerdas a ese chico que tanto daño te hizo, cuando lloras aunque vaya todo bien , cuando das el ultimo paseo por la playa, cuando te caes en un salto, cuando te sientas porque no vas a bailar con el chico de tus sueños, cuando vuelves a dar ese paso a equivocarte. Y lo volverás hacer hasta que algún día, aprendas que no solo vivir es respirar.


Si aún dices venga, yo digo vale.


No hay comentarios:

Publicar un comentario